Por la significativa correlación estadística, se considera a la obesidad,como una de condiciones que preceden a la aterosclerosis. Medicamente, la obesidad es definida como el aumento de peso corporal a expensas de la cantidad de grasa observado fácilmente por el Índice de Masa corporal (IMC).
l sistema cardiovascular, al igual que el resto del organismo está sometido a las modificaciones propias del proceso natural de envejecimiento y si bien esos cambios estan condicionados por el tipo de vida que la persona ha llevado, la vejez a nivel fisiológico trae su propia carga determinante ya que reduce los mecanismos de reserva del organismo y lo hacen mas vulnerable a las enfermedades y con un pronostico de mejoría menos optimista.
El estrés emocional es la tensión provocada por situaciones angustiantes y que originan reacciones psicosomáticas. El estrés es un factor de riesgo cardiovascular. Se ha demostrado que el riesgo de infarto agudo al miocardio se duplica durante las dos horas siguientes a un episodio de emociones fuertes y agobiantes.
Se consideran factores de riesgo determinados signos biológicos, estilos de vida o hábitos adquiridos cuya presencia aumenta la probabilidad o el riesgo de presentar alguna de las manifestaciones clínicas de la aterosclerosis (o arteriosclerosis).
La presión arterial, tanto la sistólica como la diastólica, aumenta el riesgo de infarto de miocardio, de accidente vascular cerebral, así como de insuficiencia cardíaca congestiva e insuficiencia renal.
Son muchos los estudios epidemiológicos que han demostrado claramente la relación entre tabaco y arteriosclerosis. El consumo de cigarrillos aumenta el riesgo de cáncer de bronco-pulmonar, de enfermedad vascular periférica, de infarto de miocardio y de muerte súbita.
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